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Una maldición irrompible. Un secreto jamas imaginado. Una verdad que nadie quiere oír. Una chica, capaz de canviar el final de la historia.

sábado, 27 de agosto de 2011

Capitulo 7 de "La historia sin nombre"

Porfin el capitulo 7!! I know. Cada vez tardo mas en publicar los capitulos, pero esq entendedme, se esta acabando el verano, y estas dos ultimas semanas de vacaciones (solo dos!!...) las quiero aprovechar al maximo! (la pregunta es: quien no?) :P
Aunque como no se quien decia... don't worry be happy! :) como veo que mi propuesta sobre las-mini-historias-que-he-econtrado-hoy-es-decir-ayer va ganando con un 100% en el SI, apartir de ahora, quando vea que mi blog lleva un tiempo sin tener nuevas historias, subire alguna de mis idas de olla de quando era pequeña (hace un par de meses(?))


Respecto a este capitulo, si estais sedientos de accion y sangre, no os lo leais >.<, es un capitulo mas bien tranquilito. Ya tocaba no? Y con lo de tranquilito no me refiero a muermo, que ya os veo a venir. Mejor no os digo de que va el chapter seven, asi os lo leeis :) *risa diabolica*
Ya me callo ¬¬. Como siempre, si alguien tiene alguna idea para el maldito titulo de la historia!! (si al final se le quedara el de "la historia sin nombre". -.- ya vereis) que me lo comente por donde sea, pero por favor, que yo para esto, soy una negada.


Eheem.. pues nada *suenan las trompetas anunciando que sale el pregonero*
Aqui os dejo *el pregonero empieza a tirarme piedras porque no le dejo presentar su capitulo(?)*
El capitulo 7, que lo disfruteis... :)




7
Durante lo que me parece una eternidad es solo eso. Oscuridad. Estoy sola en el mundo, sin noción del tiempo ni de la realidad. Lentamente empiezo a oír unas voces lejanas que me transmiten esperanza, un sitio de donde agarrarme y volver en mi. Empiezo a recuperar los sentidos, puedo oír mi respiración débil y acompasada, puedo notar el tacto de las sabanas bajo mis dedos. Espero durante horas con la única companyia de unas voces nada familiares, y la espera merece la pena. Consigo mover los dedos de las manos y sonrió para mis adentros. Intento recordar porque estoy en este estado, que es lo anterior que ha sucedido, donde estoy, o con quien estaba, pero lo único que consigo es un dolor de cabeza espeluznante. Después de, por lo que calculo, todo un día de espera, finalmente consigo sentarme derecha en la cama. Observo confusa todo en cuanto me rodea,  tratando de llenar las lagunas que se han formado en lo mas hondo de mi mente. Me encuentro en el centro de una habitación mas bien pequeña y vacía, con una silla al lado de la cama y un armario al fondo de la sala. Inspiro profundamente, frustrada por mi falta de memoria, cuando de repente la puerta de delante se abre. En una respuesta casi que infantil, me tumbo en la cama con un golpe seco ignorando a mis articulaciones adoloridas, cojo fuertemente las sabanas y me las subo hasta la cabeza, tratando de hacerme la dormida. Pasa el rato, la habitación de sume en el silencio, empiezo a dudar, empiezo a pensar que han sido imaginaciones mías, dejo de respirar, convencida de oír otra respiración en la habitación. Pasan los minutos, el tiempo se me hace eterno, tengo todos y cada uno de los músculos del cuerpo en tensión, cuando de repente,oigo a Lucas que se le escapa la risa.
-No te hagas la dormida Claudia.- Dice tratando de tener un tono serio, aunque aun se le escape la risa. Me sonrojo repentinamente y escondo la cara en el almohada, temerosa de que Lucas descubra el rubor de mis mejillas. –Claudia, venga. Clauuudiaaaa. Girate por favor.- Ya no puedo quedar en peor lugar. Suspiro y me doy  la vuelta, lo veo apoyado con tal despreocupación en la pared que se me olvida respirar. En el momento en que nuestros ojos se encuentran, algo dentro de mi estalla. Sentimientos         que no entiendo empiezan a  pasar por mi interior, sensaciones indescriptibles, y ante todo, millones de imagenes empiezan a entrar en mi mente, cada una como un puñetazo en el estomago. Empiezo a recordarlo todo, toda mi vida, literalmente, empieza a pasar por delante de mis ojos, sin un botón con el que poder poner pause. Los recuerdos pasan a tal velocidad que soy incapaz de asentarme en uno solo. Todo se vuelve borroso, trato de salir, de luchar, pero no hay ningún lugar de donde agarrarse, solo son recuerdos. Solo son recuerdos. La frase se repite. Solo son recuerdos. Solo son recuerdos.
-Solo son recuerdos. Shhh, trasquila. Solo son recuerdos.- Empiezo a oír la voz de Lucas, que repite una y otra vez la misma frase.- Solo son recuerdos, solo son recuerdos.- Me agarro a su voz, como naufrago se agarra a su salvavidas, y lentamente, las imagenes se van tornando mas lentas, mas claras. Finalmente veo a Darek en el suelo maldiciendo, la aparición de Lucas, la oscuridad total y con un flash muy molesto, las imagenes se aturan. Abro los ojos, temerosa de despertarme en mas recuerdos, cuando mis ojos se acostumbran, solo llego a ver los mismos ojos verdes que al principio, que me miran atentamente.
-Ehh.. por fin vuelves.- Dice con voz cansada. Esta sentado al pie de la cama, cogiéndome las manos,  apretadomelas hasta tal punto en me corta la circulación.
-Mmm...- Antes de que me de tiempo a decir nada, me suelta las manos, se levanta y con un “ahora vuelvo” sale de la habitación. Trato de levantarme, pero cada vez que aguanto el peso de mi cuerpo con los brazos para sentarme, me vuelvo a caer de bruces. Estoy  exhausta y sedienta, como si hubiera caminado durante días sin una gota de agua. Mientras espero trato de no pensar en lo que todo lo que acabo de ver,en toda la información que he recopilado en apenas unos segundos, trato de dejar la mente en blanco, de no pensar. Cierro los ojos y me doy un masaje en la frente, tratando de aliviar el terrible dolor de cabeza con el que me he despertado. Oigo como se abre la puerta y enseguida vuelvo a abrir los ojos. Lucas se acerca a mi, deja un vaso lleno de agua en la mesita de noche y se sienta en la silla al lado de la cama.
-Tomatelo, ya veras como no tardara en desaparecer el dolor de cabeza.- Hace un gesto con la cabeza hacia el vaso sin apartar la mirada de encima mio. Me mira expectante, tras unos instantes de duda me decido y intento alargar el brazo hasta el vaso, pero como antes me ha pasado, no logro moverlo ni siquiera un par de centímetros sin que me tenga que rendir por el agotamiento.
-Que me pasa?- Le susurro a duras penas. El se levanta del sillón y rápidamente se pone de pie a mi lado, con la mirada llena de tristeza
 -Lo siento. Te juro que me han obligado. Yo no...-Se me escapa un gemido .Cada vez que Lucas dice algo, el dolor de cabeza se triplica. –Perdón, son efectos secundarios de la amnepatía.- Mientras se explica, coge el vaso y me lo acerca a los labios. –Bebe, te sentiras mejor.- La situacion ya no puede ser mas incomoda. Suspiro y con su ayuda, doy un sorbo indeciso. Un sabor dulzón nada parecido a cualquier cosa que hubiera bebido antes invade mi lengua, noto como una ola de calor se va extendiendo por todo mi cuerpo, y antes de que me de cuenta ya me lo he bebido todo.
-Que es?- Pregunto lamiéndome los labios, aprovechando hasta la ultima gota de aquel liquido tan especial.
-Néctar de Melisa. Va muy bien para estas cosas.- Vuelve a dejar el vaso en la mesita de noche y se tira en la silla, claramente cansado.
-Pues esta muy bueno.- Me siento en la cabecera de la cama. –Y funciona.- Tengo tantas y tantas preguntas por hacer que podríamos pasarnos todo el día hablando, pero antes tengo algo mas importante a decir. –Oye, Lucas...- Le miro a los ojos, pero el rehuye de mi mirada.- Lo siento, no sabia que podía hacer eso. Te juro que no tenia intención de hacerte daño, lo había entendido todo al revés, lo siento.- El mira hacia la puerta, no  responde. –Es todo culpa mía. Si hubiera sabido controlarme, no habría pasado todo esto. Lo sien...
-Como me vuelvas a pedir perdón me voy de aquí, te lo juro.- Me interrumpe, se levanta y empieza a dar vueltas a la habitación, con la mirada ausente.
-Pero..
-Shh. Mira, tu no has hecho nada mal. Entiendes?- Hago que no con la cabeza y el suspira frustrado. –Todo ha sido culpa mía. Te tendría que haber contado esto hace mucho tiempo.- Se queda quieto por unos instantes y después se vuelve a sentar, esta vez al pie de la cama. –Tu madre es una persona importante de nuestro clan y le debemos protección. A ella y a su familia. A mi me asignaron proteger a tu madre, pero ella se negó, diciendo una y otra vez que la que estabas en peligro eras tu. Fue entonces cuando por acuerdo de tu madre me apunte a natación. Recuerdas mi primer día?.- Asiento con la cabeza, lentamente, tratando de assimilar sus palabras.- De eso ya hace dos años. Cada día os vigilava, y aunque nunca pasaba nada, yo siempre estaba allí. Si os hubiera dejado solas un solo día, aunque no hubiera pasado nada, ten por seguro que me echaban del clan. Todos los días eran igual de tranquilos, tu no demostrabas haber heredado los poderes de tu madre, pero ella estaba convencida de que cualquier día se manifestarían tus hondas pisicas, por lo que no me quedo otra opción que esperar. –Me mira atentamente, esperando cualquier comentario por mi parte, pero yo me mantengo en silencio, queriendo oír mas explicaciones. -Todos los días eran iguales, tu madre se negaba a dejarme explicarte nada, estaba empezando a pensar en que todo esto era una tomadura de pelo cuando de repente, una noche, sin previo aviso, apareció ese chico, reclamandote, diciendo que eras un de los suyos.- Suelta una risotada amarga y se pasa las manos por el pelo, suspirando. Yo lo observo atentamente, tratando de ver la mentira en su expresión, en un gesto que le delate, pero todo encaja demasiado bien, se que no esta mintiendo.
-Porque no me conteste esto el día que desperté en tu habitación?- Le pregunto confundida.
-Tu madre. Me lo prohibido, y no la podía desobedecer.- Me busca con la mirada, pero yo no le hago caso. Recuerdo a mi madre, tendida en el suelo, sin vida y aunque se que todo era mentira, no puedo evitar que los ojos se me humedezcan, amenazando con empezar a derramar mas lágrimas.
-Lucas, donde esta mi madre?- Él no responde, solo me mira atentamente, como si pudiera ver dentro de mi. –Lucas... le ha pasado algo.- Me abraza justo en el momento en que empiezo a llorar, él no me niega que le haya pasado algo a Darea, cosa que solo hace que aumenten mis sollozos. –Dii..mee algg..o, po..oorfavorr.- Le suplico con la cara escondida en el hueco de su hombro.
-Lo siento. No sabemos nada de ella. –Dice con la voz tranquila, tratando de calmarme.- Shh, estará bien. Suele irse aveces sin avisar a nadie y vuelve al cabo de unos días. Ya veras, serà como cualquier otro día.
-Y... como sab..bes que no la han rapp..- Trato de calmarme, respirando lentamente. -..tado los hombres esos del clan SM?
-Que va. Tranquila...- Hace una pausa, indicando que me calme. –Si tu solita les diste una paliza, como quieres que hayan podido ni siquiera tocar a tu madre?- Se ríe amargamente y se separa lentamente de mi, sin dejar de cogerme por los brazos. Me mira a los ojos. –Claudia, protegemos a tu madre por una razón. Ella es... especial. Y sin duda mas fuerte que cualquiera de los que están en esta habitación. Seria imposible que los del clan SM la hubiera tocado ni siquiera, ya veras como estarà bien.- Sospeso sus palabras, lentamente mi respiracion se asienta, me calmo, dejo de llorar, y saco todo el valor que llevo dentro.
-Toda mi vida, ha sido una mentira?- Le miro a los ojos. –Nunca nadie me ha dicho la verdad. Porque? Porque no me contó antes todo esto mi madre? Porque nunca nadie me dijo nada? No lo entiendo. –Suspiro frustrada. El trata de decirme algo, pero yo le interrumpo. - No, me da igual. No quiero saberlo. No quiero mas disculpes. Solo, prometeme, jurame,... que no volverás a mentirme, nunca. Jamas. Y todo estará olvidado. Pero.. por favor. Quiero saber cuando mi vida es real y cuando es una farsa. Solo te pido eso.
-Esta bien, me parece justo.- Me suelta y se aleja unos milimetros de mi, solo para mirarme mas fijamente. –Te juro que no habrá mas mentidas.- En cuando lo dice, su voz demuestra tal sinceridad que se que puedo confiar en él. Siempre. Ante cualquier duda. Ya  no abran mas mentidas. Le miro a los ojos, su aliento me roza la cara, cuidadosamente se acerca mas  a mi,  sin dejar de mirarme en un solo momento, hasta que sus pestañas me rozan la cara, haciendome cosquillas. Se para el tiempo, sin ni siquiera pensarlo me inclino hacia Lucas, el me coge por la espalda, yo le rodeo el cuello con los brazos, y sin mas... el se aparta.
-Ahora no. Quieren vernos abajo.- Se levanta de la cama con un movimiento ágil y se detiene en el umbral de la puerta, claramente esperándome. Me sonrojo, pensando en lo que hemos estado apunto de hacer. Con la respiracion entrecortada me levanto de la cama como puedo y vuelvo a sonrojarme, esta vez el triple. Me doy cuenta de que llevo un pijama, demasiado ligero para mi gusto, que, sin duda alguna, alguien ha tenido que ponerme mientras estaba KO. –Te queda muy bien.- Dice regalándome una sonrisa al notar mi clara sorpresa.
-Quien...?- Me repienso la pregunta. –Cuando me desmayaba... eras tu verdad? No solo ha sido hoy. El día en que huía de Darek también me desplome, como diantres lo haces?- Me paro junto a el, esperando una respuesta.
-Pues... es difícil de explicar. Pero si, era yo. Lo sien...- Al ver la mirada que le lanzo entiende perfectamente el mensaje “no mas disculpas” y se calla justo a tiempo. –Me obligaron.- Suspira y me coge de la mano arrastrandome fuera de la habitacion, pasillo abajo hacia unas viejas escaleras de madera. –Estamos en lo que ahora se podría decir que es el “guardia” de nuestro clan. No confían en ti, así que me dijeron que si te traía tenia que ser en estas condiciones, por eso tube que quitarte la conciencia. No querían que vieses la ubicación de nuestra guardia. Que cretinos. Y se que me estáis oyendo!!- Grita a alguien. Enseguida se oyen risas ahogadas provenientes de la planta baja. Bajamos los escalones, pasamos otro pasillo y nos paramos delante de una puerta.
-Estas preparada?- Me pregunta, asiento con la cabeza y el me suelta la mano para abrirme la puerta y que pase. Dentro de la sala, una única mesa, de madera, con cinco desconocidos sentados alrededor, mirándome atentamente. Una mujer de mediana edad, bella en su momento, se levanta y me da la mano.
-Bienvenida, soy Lezel. Estos son Embo, Naya, Finn y Fízel.- “Porque todo el mundo tiene unos nombres tan raros?” le pregunto mentalment a Lucas, tratando de no ser maleducada con la gente del clan. Todo el mundo en la sala, mira expectante a que haga algo. Veo doble, o eso me parece hasta que me doy cuenta de que hay dos chicos que son  exactamente iguales, creo que gemelos, o tal vez clones, quien sabe.
-Encantada- Le estrecho la mano a la mujer, y dirijo una de mis mejores sonrisas a los de la mesa. “Los nombres son nuestra única identidad. Los padres mas exigentes quieren que sus hijos únicos, por lo que les ponen nombres especiales.” Me responde Lucas.
-Sientate.- Me dice la mujer con un tono frió al tiempo que señala con la mano una de las sillas vacías. Estoy apunto de hacerlo cuando de repente un chico entra corriendo por la puerta, no le da tiempo a frenar y se estampa contra Lucas, que aun estaba en la puerta.
-Ehh, Nooz! Pero que mosca te ha picado!- Grita Luca al tiempo que lo aparta de un empujón.
-Lo ..siento.- Dice el chico jadeando, tratando de respirar correctamente.- Lezel...-Dice mirando hacia la mujer a la que antes le he estrechado la mano. -El alfa. Esta... aquí.
-Joder!- Suelta uno de los hombres de la sala. 
-No estaba resolviendo unos conflictos en la zona norte?- Pregunta uno de los gemelos. No se cual, son iguales.
-Madre, de crees que quera hablar contigu con tanta urgencia?- Dice Lucas y casi me caigo del susto. La madre de Lucas es...?
-No lo se, ahora voy.- Responde Lezel mientras se dirige hacia la puerta.
-Espera!!- Grita el chico que ha entrado por la puerta. Nooz diría que se llama... –Lezel!!- Grita a pleno pulmón para hacerse oir por encima de todo el alboroto.- No! No quiere hablar contigo!!!- Al decir eso, la sala se sume en el mas profundo de los silencios. Todo el mundo mira al chico, sin entender lo que esta diciendo.
-Entonces...?- Pregunta Lezel, dándose la vuelta para encararse con el chico.
-Me ha dicho que quiere hablar con una tal Claudia. A solas. Quien es esa chica?- Pregunta claramente confundido.
-Yo.- Susurro, aun sin creerme lo que acaba de decir. “Porque todo el mundo las toma conmigo?”

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